El misterioso viaje de la sonda New Horizon hacia el espacio profundo.
- Operación Eclipse
- 8 ene 2019
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Mientras celebrábamos el comienzo del 2019 se produjo uno de los acontecimientos más extraordinarios de la exploración espacial. Una sonda fabricada por el hombre y lanzada al espacio el 17 de enero de 2006 alcanzaba, por primera vez, un cuerpo celeste ubicado más allá del Sistema Solar en el cinturón de Kuiper. Casi al mismo tiempo se conocían otras noticias de enorme importancia en la investigación espacial, pero centraremos este artículo en la sonda New Horizon, que luego de casi trece años de navegación alcanzó el pequeño y misterioso planeta bautizado Nueva Thule, de apenas 31 kilómetros de longitud y conformado por dos esferas unidas que le dan la apariencia de un muñeco de nieve.
La sonda New Horizon fue la primera del proyecto New Frontier. Originalmente se calculó en 650 millones de dólares y fue construida por el Instituto de Desarrollo Southwest (SwRI) y por el Laboratorio Johns Hopkins.
Este ambicioso proyecto de la NASA forma parte de los esfuerzos que se están realizando, no solo en la exploración del espacio profundo sino también –y tal vez principalmente– en el eventual contacto con civilizaciones extraterrestres. Archivos de la NASA y de la NSA (la principal agencia de inteligencia de los EE.UU) comienzan a develar una cada vez más evidente posibilidad de contacto con elementos alienígenas. Se sabe que la New Horizon, además de los instrumentos científicos, guarda en su interior una colección de más de 400.000 nombres humanos en un disco compacto, además de piezas de cómo el Space Ship One, una bandera de los EE.UU. y material orgánico conformado por parte de las cenizas de Clyde Tombaugh, el descubridor de Plutón. ¿Qué otro sentido podría tener el espacio ocupado por esta carga sino el de un probable contacto con inteligencia extraterrestre?
Es interesante hacer un repaso de cuál era la misión original de New Horizon y como llega hasta el planeta Nueva Thule. La sonda fue lanzada con el objetivo de mapear la composición de la superficie de Plutón y su satélite más grande, Caronte caracterizar la geología y la morfología de ambos cuerpos siderales, mapear las temperaturas de la superficie, obtener imágenes de alta resolución y realizar investigaciones similares de uno o más objetos del cinturón de Kuiper. Esto último es lo que acaba de suceder y el primero de estos objetos investigados ha sido Nueva Thule (catalogado astronómicamente como 2014 MU69).
¿Por qué se ha elegido este objeto y a qué se debe su nombre? El 28 de agosto de 2015 –cuando New Horizon había mapeado Plutón y Caronte, la NASA anunció que el siguiente sería el sobrevuelo del objeto “transneptuniano” 2014 MU69 y que tal cosa sucedería a principios de 2019. La precisión fue asombrosa, pues la sonda arribó al páramo espacial de Nueva Thule el mismo 1º de enero.
Veamos el por qué del nombre:
Tule (en griego: Θούλη, Thoúlē o Θύλη Týlē), también dicho Thule o Thyïlea es una palabra que se ha utilizado para referirse a un lugar ubicado en el extremo norte. Algunos creen que se trataba de una isla o un lejano sitio ubicado en la Península Escandinava. La primera vez que este término es mencionado fue en un escrito del geógrafo y explorador griego Piteas de Massilia (la actual Marsella), en el que afirmaba que Thule se encontraba a seis días de navegación al norte de Gran Bretaña y que el sol allí nunca se ponía. Estos escritos que se remontan al siglo IV a.C dieron nacimiento al mito de que Thule era la capital del antiguo continente septentrional denominado por los griegos Hiperbórea.
Posteriormente, durante la Edad media, el nombre se utilizó con frecuencia para referirse a Islandia, por ejemplo en la Gesta Hammaburgensis ecclesiae pontificum, de Adán de Bremen, también por los obispos de la Iglesia de Hamburgo, donde se citan probablemente los escritos más antiguos acerca de Thule. Sin embargo la expresión Nueva Thule fue utilizada con frecuencia para referirse al lugar más lejano al que uno pudiese llegar, es decir más allá de todo lo conocido.
New Horizon parece estar cumpliendo con esta premisa, porque su misión aun no ha concluido.
Por último es interesante mencionar que los nazis buscaron por todo el mundo la Thule histórica, pues estaban convencidos de que era la patria original de la raza aria. La organización esotérica alemana que más influenció al nazismo se llamaba la Sociedad Thule.
En la novela “Operación Eclipse” J. Nicholas Ciano plantea el misterio en torno a los objetos hallados por los nazis en el bosque de Teutoburgo. Existen infinidad de evidencias que indican que la Alemania de Hitler llegó a poseer organizaciones apoyadas por el Estado dedicadas especialmente a la búsqueda de vida extraterrena e intraterrena, y que hubo avances significativos en ambos campos.
Tal es el caso de la denominada Sociedad Thule fundada originariamente con el objeto de estudiar la Antigüedad Alemana. En realidad se trataba de un grupo ocultista y racista creado por Rudolf von Sebottendorff, para reivindicar los orígenes de la raza aria. Sus archivos fueron confiscados por los aliados luego de la derrota de la Alemania nazi y jamás se ha conocido su contenido.
¿Será Ultima Thule el último destino de New Horizons? Todo indica que no, pues la sonda aún tiene combustible suficiente para seguir internándose en el espacio profundo. Seguramente en los próximos meses la NASA develará hacia dónde se dirige en la próxima etapa de su enigmático viaje.

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