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ONU y el Fenómeno UFO's

Las Naciones Unidas han impedido sistemáticamente la creación de una Comisión de Asuntos Extraterrestres.


Solo la filtración masiva de datos provocada por el escándalo WikiLeaks ha permitido acceder a cerca de medio millón de documentos diplomáticos del Departamento de Estado a partir de 1978 que detallan las interacciones de Estados Unidos con países de todo el mundo, incluidos los esfuerzos del Primer Ministro de Granada, Sir Eric Gairy (1922-1997), para organizar un Comité de Investigación Global sobre actividad alienígena con sede en las Naciones Unidas.


El Primer Ministro Gairy no se quedó quieto ante la pasividad de la ONU. Llevaba cuatro años en su cargo y había tenido acceso a un impresionante dossier acerca de avistamientos sucedidos en el archipiélago colonial de las Antillas Británicas y en la propia Granada, en el Mar del Caribe. Los documentos de WikiLeaks dan cuenta de los esfuerzos llevados a cabo por los Estados Unidos y Gran Bretaña para detener a Gairy. En un principio pareció que estos esfuerzos fracasarían, pero Gairy recurrió a Lee Speigel, un avezado investigador que venía reuniendo evidencia en torno a investigaciones norteamericanas en torno al tema UFO’s.




El 14 de julio de 1978, a instancias del Primer Ministro, Speigel logró reunir a un grupo de expertos militares, científicos y psicológicos con el fin de crear una comisión que presentara un plan al secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim. El tema era claro: La importancia de establecer un comité internacional sobre UFO’s supervisado por la ONU.


Kurt Waldheim era un político conservador austríaco, miembro del Partido Popular Austríaco, con un pasado nazi que, tras la Segunda Guerra Mundial, siempre intentó ocultar. Gairy lo había colocado en una situación delicada porque el comité reunido por Lee Speigel estaba conformado por gente muy importante: el astronauta de la USAF Coronel Gordon Cooper (que siempre afirmó haber visto objetos extraterrestres al igual que otros astronautas como Edgard Mitchel), el astrónomo Jacques Vallee, el astrofísico Claude Poher, el astrónomo J. Allen Hynek, el propio Primer Ministro de Granada Sir Eric Gairy y Morton Gleisner del Comité Político Especial, además de Lee Speigel, el investigador Leonard Stringfield y David Saunders, un renombrado psicólogo de la Universidad de Colorado.


La acción no prosperó. En 1979, mientras Gairy se encontraba en la sede de la ONU en Nueva York, intentando que se llevara a cabo una conferencia internacional sobre la cuestión alienígena, se desató una revolución en Granada y fue depuesto por el líder socialista Maurice Bishop que inmediatamente condujo al país a la esfera de influencia de Cuba. Fue la excusa perfecta de Kurt Waldheim para archivar la iniciativa.


Lee Speigel es actualmente una personalidad relevante en los medios de comunicación. Ha trabajado como reportero para CBS, NBC, ABC y otros canales. Su último puesto en los principales medios de comunicación ha sido como escritor especializado del Huffington Post, informando principalmente sobre el fenómeno UFO’s.


Operación Eclipse, la novela de J. Nicholas Ciano, que lleva el nombre de es este sitio, plantea un tema tan inquietante como verosímil: la existencia de estamento internacional a un nivel desconocido, que mueven los hilos del planeta detrás del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Su razón de ser –de la que deviene su poder– es la de custodiar un depósito de conocimientos tecnológicos de origen extraterrestre, arrebatados a los nazis hacia fines de la Segunda Guerra Mundial. Es justamente la explotación de esos conocimientos por parte de una elite mundial la que ha permitido a la humanidad dar un salto cuántico en las últimas décadas, llevando al mundo al borde de la singularidad, al momento que las máquinas alcancen la capacidad del cerebro humano. Desde luego que Operación Eclipse es una novela. Pero vivimos en un mundo en el que la realidad y la ficción se alternan de manera peligrosa, de modo que lo que hoy parece un desatino mañana se convierte en parte de nuestra vida cotidiana.


Para muchas personas con sentido común ya no hay muchas razones para negar que, en algún nivel del poder, el contacto con alienígenas –o con sus huellas–, ocupa un lugar preponderante en la investigación. En este mismo sitio hemos escrito acerca de cómo, paulatinamente, el Departamento de Estado norteamericano, el Pentágono y la propia Casa Blanca, parecen estar preparando al público para blanquear definitivamente la situación. Cabe una segunda opción: que finalmente se filtren los documentos que probarían que desde hace mucho tiempo se trabaja con material extraterrestre. No sabemos si ese comité internacional, que guarda celosamente el secreto de nuestro vínculo con civilizaciones alienígenas, tiene poder sobre los estados; pero seguramente, tal como lo sugiere Operación Eclipse, monitorea todo lo que se acerque a husmear en ese agujero.

 
 
 

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© 2018 - Operación Eclipse - J. Nicholas Ciano

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