Las Puertas Cósmicas
- Operación Eclipse
- 15 oct 2019
- 4 Min. de lectura

¿Acaso “Operación Eclipse” anticipa en próximo descubrimiento espacial”?
Uno de los temas más fascinantes de la literatura de ficción ha sido el de las puertas que conectan diversos espacios cósmicos: redes invisibles que unen los confines de las galaxias; universos paralelos que construyen una multiplicidad de realidades; boyas espaciales que actúan de alarmas tempranas, sembradas por antiguas civilizaciones interplanetarias. Todo este conjunto de rutas alternativas diseminadas en el espacio profundo forman parte de la nueva mentalidad del hombre del siglo XXI, cada vez más alejado de una mirada terrestre y más cerca de una visión cósmica de su propia existencia
Entre quienes han contribuido a esta nueva manera de posicionarse en el universo se destaca la figura del novelista Arthur C. Clarke, autor de un cuento titulado “El centinela”, escrito en 1948 y publicado por primera vez en la revista Diez historias de fantasía, en 1951. Sin embargo, esta obra pasaría a convertirse en un hito de la ciencia ficción en 1968, cuando el director Stanley Kubrick, con la colaboración del propio Arthur C. Clarke, escribió el guión de 2001: A Space Odyssey, película que se estrenaría en español con el nombre “2001: Odisea del espacio”, considerada entre los grandes filmes de todos los tiempos.
En la visión de Clarke, una pretérita civilización extraterrestre habría sembrado un sistema de alertas que actuarían como vigilantes –de allí el nombre “El Centinela”– de la incipiente evolución de la raza humana en el planeta Tierra. Mediante estas alertas tempranas, aquellos viajeros del espacio podrían saber en qué medida el hombre dominaría primero su propio planeta para luego lanzarse a la aventura espacial. Estos dispositivos, que en la imaginación de Clarke toman la forma de “monolitos” detectan los grandes hitos de la evolución humana, siendo la bisagra de la historia el momento en que es hallado uno de estos monolitos en la Luna, desde el cual se envía una señal. El rastreo de la misma indica como destino a Jápeto, satélite de Saturno, hacia donde es enviada la misión del “Discovery”.
Eventualmente, en los planes de todas las agencias espaciales, la Luna ha sido pensada como la puerta de acceso a la expansión espacial y sigue siendo un misterio el hecho de que hayan transcurrido cincuenta años desde la llegada del hombre a la superficie selenita sin que se haya avanzado en la presencia de humanos más allá de la órbita terrestre. Sin embargo parece que esta situación está a punto de cambiar y que la “carrera espacial”, a la que se han sumado varios países más allá de las tres grandes potencias, se encuentra en pleno proceso, nuevamente. Pero la ciencia parece haber descubierto algunos indicios ciertos de que determinados fenómenos espaciales parecen provenir de universos ajenos al nuestro. Esto ha hecho pensar que las alertas tempranas sembradas por supuestas civilizaciones extraterrestres no necesariamente provendrían de nuestro universo sino de realidades paralelas que atraviesan diversas mundos a través de puertas dimensionales.
Ya en la década de 1980, Stephen Hawking propuso una idea inquietante: El Big Bang habría generado más de un universo sino infinitos mundos e infinitas formas para cada uno de ellos. El estudio de Hawinkg fue recibido por el Journal of High Energy Physics solo días antes de su muerte. En su último trabajo, el científico sugiere que nuestro universo puede ser uno de muchos similares al que habitamos, pero no se limita a teorizar sino a sugerir algunas líneas de investigación que parecen haberse puesto en marcha.
La pregunta es si estos universos paralelos pueden interactuar entre sí, y si este contacto pudiera dejar alguna huella que permita a la ciencia experimental avanzar en ese camino. J. Nicholas Ciano, autor de Operación Eclipse, deja entrever que el esfuerzo científico avanza en ese rumbo y que existiría la posibilidad (y la intención) de forzar la manera de abrir una pequeña hendija que nos permita ver qué hay del otro lado. Es aquí donde la ciencia ficción se vuelve literatura de anticipación.
Recientemente el doctor Ranga Ram Chary, investigador del Instituto de Tecnología de California en Pasadena, aseguró que si dos universos se tocan entre sí, la colisión resultante dejaría algún tipo de evidencia. ¿Acaso ya se han detectado estas colisiones? ¿Hay indicios concretos de este contacto multidimensional? Pareciera que si, dada la aparición repentina de numerosos centros de investigación que van detrás de la demostración científica respecto de la existencia de mundos alternativos.
De qué modo llegaremos a comprobar la realidad de esta hipótesis es todavía un misterio; pero el libro de Ciano puede indicar por qué camino se avanzaría hacia el descubrimiento. Lo cierto es que por primera vez medios de prensa importantes como la NBC, la BBC y The Independent, por nombrar solo algunos, se han hecho eco de las investigaciones del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Tenesse, EE. UU.), cuya directora, Leah Broussard, llegó a afirmar que este año 2019 podrían, por primera vez en la historia humana, abrir un portal hacia una dimensión paralela. Pareciera ser que “Operación Eclipse” está en marcha.
Créditos: Imagen retocada digitalmente de la nebulosa Omega o del Cisne. Creación de Adam Ferriss sobre imagen de ESO/INAF-VST/OmegaCAM. Acknowledgement: OmegaCen/Astro-WISE/Kapteyn Institute.
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